Varios productos químicos disruptores endocrinos, incluidos, por ejemplo, el bisfenol A (BPA), ftalatos (plastificantes ubicuos), dibenzofuranos policlorados (“dioxinas”; subproductos de la incineración de residuos), y DDE (un metabolito de DDT, un insecticida) han sido relacionados con la disfunción de las células beta y la resistencia a la insulina.